Tecnología: La empresa y el emprendedor
Que es una empresa, como se clasifican las empresas, que recursos poseen las empreas
Que es un emprendedor, cuales son las cualidades de un emprendedor.
debe leer y preparar una exposición, con una cartelera sobre ambos temas.
2. Asume riesgos
3. Piensa positivamente
5. Administra sus recursos
6. Actualiza sus conocimientos
8. Se adapta a los cambios
9. Es creativo e innovador
10. Es proactivo
De acuerdo a los destinatarios de los beneficios se pueden identificar las siguientes empresas:
Que es un emprendedor, cuales son las cualidades de un emprendedor.
debe leer y preparar una exposición, con una cartelera sobre ambos temas.
CONCEPTOS Y
SIGNIFICADOS DE EMPRENDEDOR
1.
Significado de Emprendedor
Un emprendedor es una persona que enfrenta, con
resolución, acciones difíciles. Específicamente en el campo de la economía,
negocios o finanzas, es aquel individuo que está dispuesto a asumir un riesgo
económico o de otra índole. Desde este punto de vista, el término se refiere a
quien identifica una oportunidad de negocio y organiza los recursos necesarios
para ponerla en marcha.
Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa. Se ha sugerido que el “ser emprendedor” es una de las cualidades esenciales de un empresario, junto con la innovación y la capacidad de organización y gestión.
Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa. Se ha sugerido que el “ser emprendedor” es una de las cualidades esenciales de un empresario, junto con la innovación y la capacidad de organización y gestión.
Debemos dejar en claro que ser emprendedor y ser
empresario no es lo mismo. Ser emprendedor se refiere a ser una persona que
siempre busca nuevos retos, que siempre busca nuevos objetivos y trabaja en
cumplirlos. Y el ser empresario es aquella persona que ve oportunidades de
negocio, la lleva a cabo y busca generar sustentabilidad. Por lo tanto es claro
que para ser empresario, se requiere ser emprendedor ya que este es el primer
paso para iniciar un proyecto, pero si eres emprendedor no necesariamente debes
convertirte en empresario, ya que los objetivos de un emprendedor pueden ser
distintos al objetivo de crear una empresa. La mentalidad emprendedora es
totalmente diferente a la mentalidad de un empleado. Además requiere de un
conjunto de habilidades diferentes.
Para ser emprendedor una persona debe saber cuales
son sus habilidades y dones innatos, tanto en el área física, como también en
el área mental, emocional y espiritual. Así podrá emplear sus fortalezas
provechosamente y buscar maneras de compensar sus debilidades. Las personas que
se conocen bien saben tomar decisiones sabias, porque tienen claro que algunas
situaciones les "calzan" mejor que otras. De ésta forma logran
entregar su máximo potencial.
2.
Definición de Emprendedor
Se denomina emprendedor/a a aquella persona que sabe
descubrir, identificar una oportunidad de negocios en concreto y entonces se
dispondrá a organizar o conseguir los recursos necesarios para comenzarla y más
luego llevarla a buen puerto. Generalmente, este término, se aplica para
designar a las personas que de la nada, solamente, con el capital de la idea,
logran crear o fundar una empresa o ayudan a otro a realizarlo.
Aunque si bien no existe una definición concreta
sobre el término, características como ser la flexibilidad, el dinamismo,
creatividad, orientación hacia la aventura y el riesgo, sirven para describir
muy bien el perfil que observará la persona emprendedora.
Muchos, seguramente, creerán que este de
emprendedor, es un concepto relativamente nuevo, sin embargo, esto no es así,
sino que por el contrario, el concepto surgió aproximadamente a principios del
siglo XVI con el objetivo y la razón de ser de denominar a aquellos aventureros
que viajaban al Nuevo Mundo a la búsqueda y caza de nuevas oportunidades, sin
saber muy bien con que se encontrarían cuando estuviesen en la meta. También, a
las personas involucradas con expediciones militares se las solía denominar
emprendedores. Luego, ya en el siglo XVIII, los franceses se adueñaron del
término porque lo utilizaban mucho para designar a aquellos que se dedicaban a
la construcción, como ser los arquitectos.
Recién a mediados del siglo XVIII, el escritor
francés Richard Cantillion lo aplicó con el sentido económico que hoy ostenta
el término en el mundo entero: para referirse a aquellos empresarios que se
juegan el todo por el todo por una idea.
De lo que vinimos comentando acerca del término, se
desprende que lo que hace emprendedor/a a una persona además de identificar una
concreta oportunidad de negocios/expedición y el no miedo por la incertidumbre
que rodea y caracteriza primariamente a la misma.
Obviamente, en el contexto económico en el cual
vivimos hoy en día, ya no abundan los expedicionarios ávidos de encontrar
riquezas y aventuras en algún virgen continente, por lo tanto, las personas que
ostentan este perfil emprendedor suelen estar más volcadas a la función o
actividad de tipo económico, como por ejemplo pueden ser los responsables de
darle vida a la mayor parte de las Pymes (Pequeñas y Medianas Empresas) que
existen en el mundo.
3.
Concepto de Emprendedor
La palabra emprendedor proviene etimológicamente del
latín “inprendere” con el significado de tomar, coger o agarrar,
designando primero a los hozados militares y otras personas con ansias de
aventuras, por ejemplo los que se lanzaban hacia América, aplicándose en
Francia a los maestros de obra, quienes construían especialmente, puentes o
caminos, bajo la denominación de “entrepreneur”, término que a mediados
del siglo XVIII, asumió, por la acción del economista irlandés Richard
Cantillón, el agregado del riesgo (“Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general”
de 1755) como parte de su significado, pasando a designar a la persona que se
arriesga en la realización de una obra o negocio.
El concepto de emprendedor como innovador, fue
incorporado por el economista austriaco Joseph Schumpeter (1883-1950). Aparece
así vinculado con el cambio, con la creatividad de realizar cosas nuevas que
revolucionen a la sociedad.
En la actualidad entonces, con emprendedor aludimos
a aquella persona que inserta en el mundo de los negocios realiza cambios,
genera nuevas alternativas y oportunidades, enfrenta desafíos, busca soluciones
novedosas, lo que por supuesto, genera riesgos. Es el empresario, profesional,
técnico, político, economista, etcétera; pujante, activo, visionario, que
acepta retos y los genera, por supuesto con una planificación, estudios de
mercado y estrategia, pues de lo contrario sería un temerario e irreflexivo.
Por ejemplo, Sam Walton, ordeñaba vacas, repartía
suscripciones de revistas en su juventud, y luego se especializó en economía.
Empezó su labor como asalariado ganando 85 dólares mensuales trabajando cono
capacitador, hasta que pudo acceder a una franquicia de Butler Brothers. Así
inició una carrera como empresario innovador, llegando a ser fundador y
accionista de la empresa Wal-Mart, hasta su fallecimiento en 1992. Era
eficiente, simpático, líder de los empleados, gran controlador de las finanzas,
y tenía como estrategia comprar y vender barato, llegando a lugares donde la
competencia no lo hacía, incorporando gran variedad de artículos.
4. Qué es Emprendedor
Un emprendedor es aquel que tiene una idea y es
capaz de convertirla en realidad mediante el uso pleno de sus potencialidades.
Esta persona identifica las oportunidades en el entorno y organiza todos los
recursos necesarios, con el fin de dar pasos firmes para llevar a cabo un plan
que se proyecte en el tiempo con resultados exitosos.
A continuación, se expone una serie de
características que debe poseer todo emprendedor:
1. Tiene alta autoestima
Para lograr superar los obstáculos y cumplir con
todos los objetivos planteados, la persona necesita tener confianza en sí
misma. Apenas comienzan a surgir problemas sigue adelante; pues cree que sus
capacidades podrán hacerle frente a las dificultades. El emprendedor también es
consciente de todas sus cualidades, las cuales intenta mejorar y aprovechar al
máximo, pero al mismo tiempo conoce sus limitaciones, lo que le permite
recurrir oportunamente a una ayuda externa.
2. Asume riesgos
El emprendedor debe calcular los costos de la puesta
en práctica de su proyecto de negocio; con la finalidad de plantearse nuevos
retos y desafíos que le permitan adaptarse a los cambios del mercado. También,
verifica la viabilidad de sus ideas y, en base a ello, se arriesga con
prudencia a invertir sus recursos.
3. Piensa positivamente
Tiene una actitud ganar - ganar con todas las
personas involucradas en la realización del proyecto. Asimismo, cada problema
es visto como una oportunidad para aprender y corregir los errores que se hayan
cometido. Todo emprendedor exitoso es optimista y ve siempre el lado bueno de
las cosas, sin caer en una visión distorsionada de la realidad.
4. Desarrolla el liderazgo
Son personas que tienen la habilidad de ejercer
influencia sobre los demás para lograr objetivos comunes. Son fuente de
inspiración, respeto y credibilidad para su equipo de trabajo; hace que ellos
se identifiquen, no sólo con él, sino con las ideas, proyectos y negocios que
decide emprender. También, tienen la capacidad de motivar a otras personas para
que lo sigan por voluntad propia y de transmitir entusiasmo a los demás para
optimizar la realización de sus actividades diarias.
5. Administra sus recursos
Un buen emprendedor invierte sabiamente el dinero y
optimiza los procesos operativos para obtener mayor rentabilidad económica. De
igual manera, controla sus gastos y asigna presupuestos reales a las
actividades que se van a llevar a cabo, para poder hacer realidad su idea de
negocio.
6. Actualiza sus conocimientos
El emprendedor tiene inquietud intelectual, pero al
mismo tiempo es una persona pragmática que realiza acciones para llevar a la
práctica sus ideas. Para ello, invierte en su formación y capacitación, con la
finalidad de especializarse y desarrollarse continuamente, tanto en el área
profesional como en lo personal. De igual manera, procura estar al día con las
tendencias actuales, los cambios en el entorno, los avances tecnológicos y las
nuevas técnicas e innovaciones en las herramientas empresariales, para sacar de
ellos el mayor provecho posible.
7. Posee información de su entorno
7. Posee información de su entorno
Antes de iniciar cualquier idea de negocio el
emprendedor debe tener un conocimiento general del mercado, de los clientes, de
la competencia y del sector productivo donde se va a posicionar la empresa, con
el fin de identificar y aprovechar las oportunidades que se le presentan.
8. Se adapta a los cambios
En un mundo donde lo único constante es el cambio,
es imprescindible que el emprendedor tenga la flexibilidad necesaria, que le
permita guiar a su negocio o empresa, de tal modo que pueda hacerle frente a
las situaciones que se presentan para utilizarlas a su favor.
9. Es creativo e innovador
Son personas dispuestas a experimentar nuevas
maneras de hacer las cosas. Para ello, identifican y transforman los problemas
en oportunidades. Un emprendedor, está abierto a pensar más allá de los límites
tradicionales y usa su imaginación para ver el mundo desde una óptica
diferente, para crear nuevos productos y servicios o rediseñar y mejorar
aquellos que ya se ofrecen en el mercado.
10. Es proactivo
Un emprendedor es aquel que tiene la libertad de
decidir y la facultad de elegir su respuesta frente a las circunstancias del
entorno. Esta persona toma la iniciativa de actuar con determinación para
anticiparse, prevenir y prever las posibles eventualidades o problemas que
puedan suceder en un futuro.
Varias de estas capacidades son innatas en el ser humano, otras pueden desarrollarse a través de la práctica continua; el único fin es que estos valores se conviertan en comportamientos y aptitudes habituales de la personalidad del emprendedor.
Varias de estas capacidades son innatas en el ser humano, otras pueden desarrollarse a través de la práctica continua; el único fin es que estos valores se conviertan en comportamientos y aptitudes habituales de la personalidad del emprendedor.
Clases de empresas
Definición de Empresa
La empresa es la
unidad económico-social en la que el capital, el trabajo y la dirección se
coordinan para realizar una producción socialmente útil, de acuerdo con las
exigencias del bien común. Los elementos necesarios para formar una empresa
son: capital, trabajo y recursos materiales.
En economía, la
empresa es la unidad económica básica encargada de satisfacer las necesidades
del mercado mediante la utilización de recursos materiales y humanos. Se
encarga, por tanto, de la organización de los factores de producción, capital y
trabajo.
Clasificación de
las empresas
Según la actividad económica que desarrolla:
1. Del sector
primario, es decir, que crea la utilidad de los bienes al obtener los recursos
de la naturaleza (agrícolas, ganaderas, pesqueras, mineras, etc.).
2. Del sector
secundario, que centra su actividad productiva al transformar físicamente unos
bienes en otros más útiles para su uso. En este grupo se encuentran las
empresas industriales y de construcción.
3. Del sector
terciario (servicios y comercio), con actividades de diversa naturaleza, como
comerciales, transporte, turismo, asesoría, etc.
Según La Forma
Jurídica:
1. Empresas
individuales: Si solo pertenece a una persona. Esta responde frente a terceros
con todos sus bienes, tiene responsabilidad ilimitada.
2. Empresas
societarias o sociedades: Generalmente constituidas por varias personas.
Según su Tamaño:
1. Microempresa si
posee menos de 10 trabajadores.
2. Pequeña empresa:
si tiene menos de 50 trabajadores.
3. Mediana empresa:
si tiene un número entre 50 y 250 trabajadores.
4. Gran empresa: si
posee más de 250 trabajadores.
Según el Ámbito de
Operación:
1. Empresas locales
2. Regionales
3. Nacionales
4. Multinacionales
Según la
Composición del Capital:
1. Empresa privada:
si el capital está en manos de particulares
2. Empresa pública:
si el capital y el control está en manos del Estado
3. Empresa mixta:
si la propiedad es compartida
4. Empresa de
autogestión: si el capital está en manos de los trabajadores
¿Qué es una
empresa?
Una empresa es
una entidad, institución u organización socioeconómica que hace uso de recursos
productivos como el capital, la tierra y el trabajo para alcanzar utilidades a
partir de su participación en un determinado mercado de servicios o bienes.
Toda empresa está compuesta por elementos técnicos, materiales y humanos que le
permiten alcanzar las metas y objetivos propuestos.
(Las Empresas.)
Clasificación de
las Empresas
Las empresas pueden
ser clasificadas de diversas maneras, según el criterio elegido. Generalmente,
los especialistas eligen las clasifican de acuerdo a la economía de mercado a
la que pertenecen; el tamaño de la entidad; la actividad a la que se dedica o
al tipo de propietario que tenga.
Con respecto
al tipo de propietario, se puede establecer una distinción entre aquellas
empresas que estén en manos de una Persona Natural o bien, de
una Persona Jurídica:
A) Dentro de
las empresas en manos de una Persona Natural solo existe una clase de
empresa:
Unipersonal: En
este tipo de entidades, es el propietario quien asume, de manera ilimitada y a
título personal, todas las obligaciones. Esto significa que, en caso de deuda u
otra clase de obligación de la empresa, es responsabilidad del propietario,
quien lo garantiza por medio de sus bienes personales o patrimonio a su nombre.
Las empresas Unipersonales se caracterizan por tener un único dueño y es
justamente éste el que responsabiliza por el desempeño y manejo de la empresa.
B) Las
empresas constituidas por una Persona Jurídica pueden ser de
múltiples maneras. De acuerdo al tipo de persona que se elija, las
obligaciones, las responsabilidades, los derechos y las actividades quedarán condicionados.
Dentro de estas empresas se identifican las siguientes:
Sociedad Anónima
(S.A.): En estas empresas, cualquier persona puede acceder a la compra de
sus acciones, que se caracterizan por ser transferibles y negociables. Además,
en las sociedades anónimas, la responsabilidad de sus socios es limitada. Esto
significa que sólo deben responder por el capital aportado. Las sociedades como
estas no tienen tope máximo de socios pero sí un mínimo de dos. Además de esto,
su capital no está compuesto por participaciones sociales, sino por acciones.
Por último, las S.A. cuentan con un directorio, una gerencia y una junta
general, tres órganos que se reparten las tareas vinculadas con lo legal y lo
administrativo.
Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.): En empresas como esta, sus socios
también poseen responsabilidad limitada (de allí su nombre), por lo que sólo
deben responder con el patrimonio o capital aportado a la institución. A
diferencia de las S.A., en las S.R.L., sí hay un límite máximo de socios, que
es de 20. En el caso de socios mínimos, también es de dos personas. Otra
diferencia que tiene con las sociedades anónimas es que dentro de los órganos
de mando no cuenta con un directorio. La representación y la administración de
la empresa quedan en manos de la gerencia y la junta general, que no
necesariamente deben ser socios. Las S.R.L. no cotizan en la bolsa, sino que
son representadas por participaciones indivisibles, acumulables e iguales.
En
comandita o Comanditarias (S en C): En estas empresas pueden
contar con dos clases de socios. Por un lado, los comanditarios de
responsabilidad limitada, que sólo responden por su capital aportado. Por otro
lado, los colectivos que poseen responsabilidad ilimitada. Empresas de esta
clase no cuentan con gerencia así como tampoco directorio. La junta general de
socios es el único órgano de mando y son los propios socios comanditos los que
se encargan tanto de la representación como de la administración de su empresa.
Las empresas con sociedad comanditaria pueden tener acciones así como también
representaciones sociales en la conformación de su capital. Con respecto al
número de socios, deben ser al menos dos, pero no se establecen límites
máximos.
Cooperativas: Las
empresas de este tipo se caracterizan por no tener fines de lucro, como sí lo
tienen las anteriores. La meta de estas empresas es la satisfacción de ciertos
intereses o necesidades de los cooperativistas que, al mismo tiempo, son
quienes ocupan los distintos puestos de empleo. En algunos casos, se da que los
cooperativistas son también los clientes e incluso proveedores de la entidad.
Sociedad Colectiva
(S.C.): En estas empresas, sus socios, que deben ser al menos dos, tienen
obligaciones que se encuentran limitadas al capital que hayan aportado. Estos
socios se ven comprometidos a participar, con las mismas obligaciones y
derechos, de la gestión de la institución. En las sociedades colectivas, los
grupos que las conforman suelen ser uniformes y tener metas y objetivos en
común. Por lo general, suelen estar compuestas por miembros de una misma
familia o por personas que tienen confianza entre sí. Además, las empresas de
esta clase no cotizan en bolsa, sino que su capital está compuesto por
participaciones sociales. En relación a la administración y representación de
la empresa, esta queda en manos de todos los socios, que conforman la junta
general. Es por esto que no cuentan con una gerencia ni con un directorio.
Sociedad Anónima
Cerrada (S.A.C.): A diferencia de las anteriores, las S.A.C. sólo cotizan
en bolsa, por lo que su capital no está compuesto por participaciones sociales.
Empresas como éstas tienen un máximo de veinte socios y un mínimo de dos. El
gerente general es el encargado de la administración de la empresa mientras que
queda en manos del directorio la representación legal de la entidad.
De acuerdo a los destinatarios de los beneficios se pueden identificar las siguientes empresas:
Sin fines de
lucro: en empresas de esta clase, sus excedentes, es decir la diferencia
entre ingresos y gastos, son destinados a la propia entidad, a fin de fomentar
su desarrollo.
Con fines de
lucro: a diferencia de las anteriores, las empresas con fines de lucro
destinan sus excedentes a los accionistas o propietarios de la misma.
Según
el ámbito de actividad, existen los siguientes tipos de empresas:
Trasnacional: estas
empresas se constituyen en varios países, más allá del de origen. Esto hace que
no sólo compren y vendan en diversos países, sino que también llevan adelante
actividades de producción en los distintos destinos. Esto puede deberse a que
la mano de obra sea más barata, haya menos regulaciones o que los impuestos
sean menores que en sus países de origen, lo que vuelve más rentable la actividad.
Multinacionales: estas
entidades introducen sus servicios o productos en diversos puntos del planeta,
más allá de su país de origen.
Nacionales: en
este caso, las actividades de la entidad, así como también aquello que ofrecen,
se vuelca en todo o casi todo el suelo de un país.
Regionales: las
ventas y actividades de estas empresas tiene un alcance algo más limitado, ya
que involucran regiones o provincias de un país.
Provinciales: como
su nombre indica, su campo de acción queda limitado a una determinada provincia
o estado, de acuerdo a la organización del país.
Locales: las
empresas como estas operan y ofrecen sus servicios o productos al interior de
un determinado municipio, pueblo o ciudad.
De acuerdo
al propietario del capital se pueden identificar tres empresas
diferentes:
Pública: en
esta clase de empresa su capital es propiedad del Estado, siendo este el que
financia las actividades llevadas adelante por la entidad. Cuando se habla de
Estado, se hace referencia tanto al municipal como al provincial o nacional.
Privada: como
indica su nombre el capital es de propiedad de privados.
Mixtas: en
este caso, los capitales están en poder de particulares y del Estado, ya sea
nacional, municipal o provincial. El porcentaje en el que participan ambas
partes varía de acuerdo al caso y a los objetivos de la empresa.
El tamaño de
la empresa también puede ser un atributo para clasificarlas:
Microempresas: en
estas empresas, suele ocurrir que los equipos y las maquinarias utilizadas para
la fabricación de bienes sean pocos, mientras que los sistemas de producción,
artesanales. Además de esto, suelen ser entidades que están en manos de una
sola persona, quien es a la vez la que se encarga de tareas como la
administración, las finanzas, las ventas y la producción.
Pequeñas: el
número de individuos que conforman estas instituciones suele ser reducido.
Además de esto, son organizaciones que no tienen una posición dominante dentro
del mercado en el que se desenvuelven. Sumado a esto, si bien son creadas para
obtener rentabilidad, sus ganancias suelen tener un tope anual.
Medianas: aquí
el número de personas suele ser bastante más elevado, superando al menos los
cientos. Generalmente, las funciones y procedimientos que las integran están
automatizados y existen áreas y secciones destinadas a hacer tareas
específicas. Las empresas medianas suelen contar con la presencia de grupos
sindicales.
Grandes: en
estas empresas, el capital humano está conformado por miles de trabajadores,
sindicalizados. Además, manejan ventas y ganancias millonarias, al igual que
sus capitales y finanzas. Estas entidades cuentan con instalaciones propias y
sistemas de operación y administración sumamente avanzados. La ventaja que
tienen las grandes empresas es facilidad a la hora de solicitar préstamos o
créditos a entidades financieras, ya sean internacionales o locales.
De acuerdo
al sector en el que se insertan, hay tres tipos de empresas
diferentes:
Sector
terciario: las empresas que se desenvuelven en este sector, también
llamado de servicios, suelen dedicarse a actividades que requieren trabajos
físicos o intelectuales. Aquí se suelen ubicar las entidades orientadas al
transporte, la educación, la salud, el turismo, los seguros, la administración,
entre muchas otras.
Sector
secundario: también conocido como sector industrial, apunta a aquellas
instituciones que se dedican a procedimientos por medios de los cuales se
transforma la materia prima. Se ubican en este caso aquellas empresas que se
especializan en actividades como la construcción, la textil o la maderera.
Sector
primario: estas empresas, también llamadas extractivas, se dedican a
trabajar sobre aquellos productos que obtienen directamente de la naturaleza.
Aquí se incluyen las empresas dedicadas a la extracción de minerales, petróleo,
agua; así como también aquellas que se dedican a la pesca o a la caza, entre
otras actividades.
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